Liem Hoang Ngoc, catedrático de Economía de la Sorbona y eurodiputado, pertenece a una corriente muy particular del ala izquierda del PS galo: la apadrinada por el histórico Henri Emmanuelli, que reúne a profesionales de las finanzas partidarios de fórmulas estatales dirigistas. Junto a otros eurodiputados franceses comunistas, alterglobalistas, verdes y centristas, ha publicado en varios diarios una tribuna que deja en evidencia las tácticas del presidente francés, Nicolas Sarkozy,al frente del G-20.
Usted alerta sobre la dilación en la Tasa a las Transacciones Financieras. Los Gobiernos, especialmente Francia, no paran de decir que avanza.
Creemos que esa tasa es necesaria, pero sobre todo denunciamos las maniobras de la derecha en el G-20, que Sarkozy preside este año. Prefieren una tasa a nivel europeo, no mundial, lo que busca deliberadamente enterrar el proyecto, como ya pasó con la lucha contra los paraísos fiscales.
El primer estudio a máximo nivel sobre la tasa data de hace casi diez años. ¿Seguimos igual de lejos o la resolución aprobada hace unos días por el Parlamento Europeoes un paso de gigante?
Es importante. Ahora, la Comisión debe hacer una propuesta legislativa que la active a nivel europeo. Pero estamos lejos de acabar el trabajo.
París sugiere que la tasa podría sustituirse por otras formas de "financiación innovadora" del desarrollo. ¿Usted está de acuerdo?
No. El objetivo de la tasa no es sólo recaudar fondos. Sobre todo, puede cambiar el comportamiento de los mercados, al hacer menos atractiva la pura especulación. Otras formas de "financiación innovadora", como las euroobligaciones, son igual de importantes, pero no tienen el mismo fin.
¿Por qué se oponen a la tasa personalidades como el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn?
Es una postura puramente ideológica. Tras los argumentos técnicos se oculta la convicción de que los mercados son eficaces y el Estado no debe intervenir. Su oposición es la de una pequeña minoría de afortunados que gana mucho dinero en detrimento de la estabilidad de la economía, el empleo y los sistemas de protección social.
Francia sigue igual de verborreica en cuanto a moralizar el capitalismo y regular las finanzas. ¿Hay algo ya instaurado?
No se ha hecho nada a nivel del G-20. Las declaraciones de Sarkozy son palabras huecas, puras relaciones públicas. ¿Qué significa "moralizar el capitalismo"? ¿Eso es posible? ¿Qué sería un "capitalismo moral"? No se me ocurre ninguna respuesta. En cuanto a la regulación de los mercados, ha habido pasos a nivel europeo, con la creación de autoridades de supervisión. Pero tienen poderes limitados y están infrafinanciadas si se tiene en cuenta la tarea que deben afrontar. Los amigos de quienes hacen grandes declaraciones en el G-20 nunca están dispuestos a movilizar fondos para que esos reguladores funcionen.
Hay quienes argumentan que la tasa financiera es técnicamente irrealizable.
Se equivocan gravemente. Inglaterra tiene desde hace años una tasa sobre la compraventa de ciertos activos. Hay medidas para mejorar la transparencia de los mercados y las operaciones de trading son así más fáciles de seguir, gracias a la informatización creciente de los mercados. El problema no es técnico, sino de una falta evidente de voluntad política.
Diario Público