lunes, 12 de abril de 2010

La imagen de la policía

El pasado 8 de abril tuvo lugar el inicio de los derribos en el barrio valenciano de "El Cabanyal". La actuación policial fue objeto de controversia debido a la violencia empleada por los agentes contra los vecinos que se opusieron al paso de las excavadoras. Este acto de insumisión hacia la autoridad fue entendido por la clase dirigente de la ciudad del Turia como una afrenta, una sublevación frente al Orden. El Cuerpo Nacional de Policía, en colaboración con agentes locales, no dudó en llevar a cabo la misión de reducir a los rebeldes a cualquier precio. Sin importar que los manifestantes estuvieran desarmados y que sólo pretendieran defender la integridad de un barrio histórico frente a los intereses económicos de los especuladores, los miembros de la Unidad de Intervención Policial, más conocidos como "antidisturbios", actuaron. Así es la democracia en la que vivimos, donde el poder reside en la porra y en nombre del Orden se silencia cualquier voz discordante.
Sin embargo, contra lo que pudiera parecer, el arma más efectiva con que el Poder cuenta no son las porras ni las pistolas, ni siquiera los arsenales nucleares. El arma más codiciada es la homogeneización de individuos. Crear mentes que se adapten al sistema sin siquiera cuestionar por qué lo hacen. Conseguir que las personas asuman ciertos preceptos como si de principios universales e inamovibles se tratara. A lo largo de los últimos 150 años hemos asistido al mayor proceso socializador de la historia, las clases dirigentes de los primeros países del mundo han ido modelando las conciencias de los seres humanos de tal modo que acepten sin rechistar las condiciones que se les dan. No hay posiblidad de un cambio en las reglas del juego, nos conformamos con cambiar cada cuatro años las caras de quiénes nos manejan.

El mayor aliado del Poder en este gigantesco proceso ha sido la televisión. La "caja tonta", y los medios de comunicación en general, se afanan en convertir a los individuos en meros autómatas. Su condición de empresas con ánimo de lucro conlleva la búsqueda incesante de beneficio. Es por ello que los medios emplean todos sus recursos en alcanzar elevadas cifras de audiencia en vez de dedicarse a narrar la realidad de la manera más objetiva posible. Se prima la crónica rosa frente a la difusión de conocimiento, formando así a seres dúctiles y conformistas y evitando la proliferación de pensamiento alternativo.


Pues bien, Alfredo Pérez Rubalcaba, Ministro del Interior, y máximo responsable de las actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, aparecía hoy en los medios de comunicación reprobando ligeramente los hechos ocurridos en El Cabanyal. Su comparecencia pública finalizaba con las siguientes palabras: "la imagen de la policía es importante y, por cierto, la imagen de la policía española es muy buena". Estas declaraciones no han podido sino recordarme un trabajo que realicé el año pasado sobre el tratamiento que los medios de comunicación dan a la policía. Bien es verdad que el caso que analicé tenía que ver con una manifestación en Barcelona y quien se ocupa allí de las labores represoras no es el CNP sino los Mossos D'Esquadra, pero me parece que el trabajo es bastante explicativo sobre cómo esa "muy buena imagen de la policía española" es proyectada por los medios y, por tanto, asumida por la gran mayoría de los ciudadanos.


Aquí se encuentra disponible el mencionado trabajo:
- “Bolonia se aplica a golpe de porra”


Jaime

No hay comentarios:

Publicar un comentario