martes, 28 de febrero de 2012

Chalecos para encorsetar la realidad

La semana pasada se hacía oficial la noticia: los periodistas que acudan a cubrir manifestaciones deberán llevar un chaleco identificativo. Esta decisión, acordada entre la Delegación del Gobierno en Madrid y distintas asociaciones de periodistas, ha levantado cierta polémica. Por un lado, los profesionales de la información podrán desarrollar su labor sin temor a las porras de la policía. Por otro, se discrimina a todas aquellas personas que, sin trabajar para un medio de comunicación convencional, se dedican a informar de lo que ocurre en las protestas a través de redes sociales y blogs.

El periodismo ha cambiado mucho en las últimas décadas. El desarrollo de las nuevas tecnologías ha facilitado una revolución de la comunicación. La aparición de Internet permite a cualquier usuario convertirse en fuente de información con acceso global. De ahí que haya nacido eso que llamamos “periodismo ciudadano”. Un ciudadano anónimo que utiliza su teléfono móvil para informar en tiempo real de un suceso que cree merece ser contado. Así, acontecimientos que no entran en la agenda de los medios, pueden tener eco en las redes. Obviamente, el anónimo no cuenta con los canales de distribución de las grandes empresas de comunicación. Sin embargo, accediendo a su pequeño blog o a su cuenta de Twitter, el resto de internautas interesados pueden conocer esa información. Sin duda, esto supone un gran avance en la libertad de expresión y en el derecho de la ciudadanía a ser informada. Eso sí, siempre teniendo en cuenta la posible manipulación de los hechos. Situación, sin embargo, que se da también en los medios tradicionales.

En los movimientos sociales del siglo XXI, el periodismo ciudadano ha adquirido importancia crucial. Día tras día vemos en los informativos imágenes de disturbios tomadas con teléfonos móviles. En lugares como Siria o Yemen, debido a la rigidez de sus regímenes para con la prensa internacional, los vídeos de los ciudadanos pueden llegar a ser la única fuente de información en tiempos de conflicto. Tampoco escapa este hecho a Europa. En España, sin ir más lejos, el movimiento 15-M ha encontrado en Internet un aliado indispensable. Los llamamientos a través de Twitter y los vídeos subidos a Youtube han sido clave para tornar las movilizaciones en acciones masivas. De hecho, son muchos los “twitteros” que marchan a las manifestaciones armados con sus teléfonos móviles de última generación para informar instantáneamente de lo que ocurre. Stéphane M. Grueso, @fanetin, es el mejor ejemplo de ello. Sus textos de 140 caracteres, acompañados de documentación gráfica, son seguidos en directo por miles de personas interesadas en saber lo que los medios tradicionales callan.

Sin duda, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, no es ajena a este panorama. Internet -y su comunicación horizontal y alternativa- supone una ruptura con el tradicional control de la comunicación de masas ejercido por el poder. Ante este reto, ¿qué mejor que identificar a los informadores del sistema? O, lo que es lo mismo, ¿qué mejor que identificar a aquellos informadores que no están atados a una línea editorial concreta y a unos intereses empresariales que amordazan cualquier información perjudicial para el sistema?

En definitiva, el Gobierno busca soluciones del siglo XX para problemas del siglo XXI. Aparte de retrógrada, la introducción de los chalecos será ineficaz. ¿O acaso creen que aquellos que saben manejar un dispositivo de última generación no sabrán fabricar un chaleco a imitación de los corsés de la oficialidad?

@jaimegsb

Viñeta: El Roto.

lunes, 13 de febrero de 2012

Copenhague muestra su apoyo a Grecia

Alrededor de 60 personas se concentraron ayer frente a la embajada de Grecia en Copenhague para mostrar su solidaridad con el pueblo griego y su rechazo a las medidas impuestas por la troika.

Coincidiendo con la votación celebrada en el Parlamento de Atenas para aprobar el paquete exigido por el Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Unión Europea, miles de griegos se manifestaban en la plaza Syntagma mostrando su rechazo a tales imposiciones. Al mismo tiempo, en muchas ciudades europeas ciudadanos griegos también protestaban frente a sus embajadas.

En Copenhague, unas 60 personas se reunieron frente a la embajada griega. Portaban pancartas de apoyo al pueblo griego y de rechazo a las instituciones económicas internacionales que están llevando al país, cuna de la civilización, contra las cuerdas. Pese a que la mayoría de los manifestantes eran estudiantes o trabajadores griegos emigrados, también algunos daneses, españoles o italianos participaron en el acto.

Tras permanecer algo más de una hora frente al edificio oficial, la multitud decidió caminar junta hasta una de las plazas más emblemáticas de la ciudad, Kongens Nytorv. Más tarde avanzaron hacia Strøget, la calle más comercial y transitada de Copenhague. Pese a no contar con la autorización de la policía, los manifestación transcurrido sin incidente alguno. La protesta finalizó en Gammeltorv, en pleno corazón de la capital de Dinamarca.

Así pues, Escandinavia no quedó al margen de las muestras de solidaridad con el pueblo griego, asfixiado por la austeridad fiscal y el desmantelamiento de su Estado. Finalmente, el paquete impuesto por la troika fue aprobado por la cámara legislativa helena. Ello supone un recorte en el gasto público de 3.300 millones de €, incluyendo el despido de 15.000 funcionarios durante los próximos tres años, y la rebaja del salario mínimo en un 22%. Como no podía ser de otra manera, la policía griega solo pudo reprimir la rabia del pueblo con violencia. Las calles de Atenas se convirtieron en un campo de batalla. Gases lacrimógenos contra cócteles molotov. Los derrotados: el 99% de los griegos. Y todo apunta a que Grecia es sólo el principio. Siguiente objetivo de la troika: España.


Algunas fotos de la protesta:



@jaimegsb

miércoles, 8 de febrero de 2012

Tambores de guerra

La magnitud de la crisis económica, que azota sobre todo al sur de Europa, unida a la creciente desestabilización de Oriente Medio, no hacen presagiar tiempos de paz en el futuro inmediato. Mientras Grecia se consume en un mar de huelgas que ponen a prueba la capacidad represiva de su cuerpo policial, la ciudad siria de Homs se convierte en un infierno para los disidentes al gobierno de Bashar al-Assad. La crisis nuclear iraní, otro foco de conflicto.

Y es que siguen creciendo las tensiones entre Irán y el eje OTAN-Israel. Atentados contra científicos nucleares iraníes y amenazas de embargo a sus exportaciones de petróleo son las tácticas utilizadas por los países occidentales para ahogar a la república islámica. Irán sigue en sus trece, manteniendo sus legítimas aspiraciones a convertirse en una potencia atómica. Además, amenaza con cerrar el estrecho de Ormuz, por donde transita un tercio del petróleo mundial, en caso de que el embargo se materialice. Si Teherán lleva a cabo este plan el precio del crudo se dispararía. EE UU ya ha anunciado que, de producirse este escenario, utilizaría su fuerza militar para disuadir a Irán del bloqueo del estrecho. La V Flota estadounidense tiene su base en Bahréin, a pocos kilómetros de Ormuz y de las costas iraníes. Bahréin, por cierto, aquel pequeño país en el que la Primavera Árabe fue reprimida sin contemplaciones con la ayuda del ejército de Arabia Saudí. No obstante, Bahréin y Arabia Saudí, pese a ser gobernados por monarquías feudales anacrónicas y haber "contenido" por la fuerza a sus manifestantes pro democráticos, nunca han sido objeto de sanciones ni resoluciones condenatorias por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

El doble rasero del organismo con sede en Nueva York sí ha afectado, por contra, a Siria y a Libia. Tras legitimar el apoyo aéreo a los rebeldes anti-Gadaffi, y propiciar más tarde el derrocamiento y linchamiento del dictador libio, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad no alineados con la OTAN (es decir, Rusia y China), no parecen estar por la labor de permitir lo mismo en Siria. A riesgo del sufrimiento de la parte del pueblo sirio levantada en armas contra Al-Assad, rusos y chinos se posicionan contra cualquier ataque militar en otro país de Oriente Medio o el Magreb. De hecho, en plena crisis diplómatica (son ya muchos los países occidentales que han roto relaciones con el gobierno sirio), el ministro de Exteriores ruso ha visitado Damasco para reforzar su oposición a cualquier intervención militar extranjera. La Liga Árabe, por su parte, sí se ha posicionado rotundamente en contra de la represión de Al-Assad. Además, la Liga mantiene una misión de observadores sobre el terreno para facilitar la pacificación del país.

A todo esto, Europa sigue convulsionada por los coletazos de una crisis que parece no acabar nunca. Alemania (con el apoyo simbólico de Francia) sigue imponiendo al resto de la Unión sus condiciones de austeridad. A riesgo de recrudecer los efectos negativos en las economías de la periferia (paro y recesión), Angela Merkel está dispuesta a llegar hasta el final en su escarmiento a los excesos vividos durante las vacas gordas. Alemania no quiere arrimar el hombro a los socios que más sufren. Pone al sur contra las cuerdas tratando de darle una lección moral. Mientras, la industria teutona se sigue beneficiando de un mercado común formado por 500 millones de consumidores. Ante la posible caída de su socio Sarkozy en las inminentes elecciones francesas, que daría al traste con esa dupla tan mediática que maneja los designios de Europa, Merkel ya se ha posicionado en favor de su más apreciado socio. "Merkozy" competirá en los comicios galos con François Hollande, que ya ha anunciado su disposición a revisar el último pacto comunitario que institucionaliza la austeridad fiscal y el sometimiento de la periferia. Como no podía ser de otra manera, este panorama propicia el creciente sentimiento anti-alemán. En Grecia, veíamos ayer cómo se quemaba una bandera germana junto a una del partido nazi. El paralelismo está servido. Si en los años treinta el intervencionismo alemán en el resto del continente se hacía a paso de tanques y marchas militares, en el siglo XXI se hace con tijeras y tratados europeos.

En fin, corren tiempos difíciles en el planeta Tierra. La inestabilidad y conflicto se expanden por doquier trayendo de vuelta los fantasmas de guerras pasadas. ¿Sabremos salir de ésta igual que lo hicimos anteriormente? Más nos vale inventar nuevas soluciones. De lo contrario, tarde o temprano volveremos al punto de partida.





Fuentes:

http://ecodiario.eleconomista.es/espana/noticias/3728777/02/12/iran-el-cierre-del-estrecho-de-ormuz-doblaria-el-precio-del-petroleo.html

http://internacional.elpais.com/internacional/2011/12/28/actualidad/1325088551_372016.html

http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=475579&Itemid=1

http://feeds.univision.com/feeds/article/2012-02-08/sirios-deben-decidir-ellos-mismos-1

http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1096251

http://www.mdzol.com/mdz/nota/360791-el-duo-merkozy-en-la-mira-de-europa/

http://www.lemonde.fr/election-presidentielle-2012/article/2012/02/08/traite-europeen-comment-hollande-veut-renegocier_1640284_1471069.html



@jaimegsb