El Espacio Europeo de Educación Superior ha tenido muchos detractores durante su proceso de implantación en las universidades de toda Europa. En el territorio español han tenido lugar brotes de protestas en prácticamente todas las comunidades autónomas con representación universitaria, adquiriendo en algunas de ellas más fuerza de la esperada por las autoridades. El EEES o Plan Bolonia fue implantado en silencio, sin hacer llegar a los ciudadanos lo que las reformas significaban para la educación pública, probablemente con ánimo de minimizar las protestas hacia él. A este oscurantismo ayudaron en gran medida los medios de comunicación, que no se hicieron eco de la llegada del EEES hasta que se iniciaron las acciones contra el mismo. Éstos no se olvidaron de añadir la correspondiente carga de sensacionalismo, resaltando más la violencia puntual empleada por algunos de los manifestantes que la abundante presencia del estudiantado en la reivindicación.
Durante los últimos meses de 2008 y sobretodo al inicio de 2009 los movimientos contra el Plan Bolonia han saltado a la palestra mediática debido a las continuas manifestaciones y ocupaciones de facultades o rectorados. Algunos de estos actos se han saldado con una represión indiscriminada llevada a cabo por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Los medios de comunicación han reconocido este hecho en contadísimas ocasiones. Incluso con la destitución del director general de los Mossos d‘Esquadra por las desmesuradas cargas contra los estudiantes en Barcelona, los medios no han mostrado un rechazo total a las acciones policiales, justificándolas en última instancia por la presencia de “radicales violentos ajenos a los estudiantes” y por la defensa del Estado de Derecho.
El caso más sonado fue el ya citado de Barcelona. En la mañana del 18 de marzo de 2009 la policía autonómica catalana desalojó con violencia el rectorado de la Universidad de Barcelona, que había sido ocupado por los estudiantes en protesta por la implantación del plan de convergencia europeo. Esa misma tarde se convocó una manifestación para condenar la brutal actuación de los Mossos, que fue reprimida aún más duramente dejando un saldo de más de 50 heridos, muchos de ellos periodistas que cubrían la noticia. Pese a la desproporcionada violencia usada por los agentes, los medios de comunicación de masas no condenaron los hechos rotundamente. Expresiones como “los Mossos han vuelto a cargar con dureza”, empleada por Antena 3, son las utilizadas en la mayoría de los noticiarios (a excepción de Telecinco que emplea la palabra “brutal” para referirse a la actuación policial). Así RNE informa en directo de la manifestación: “la policía catalana está reprimiendo duramente la protesta”. En ambos casos se olvida reprobar los actos represivos, este hecho sorprende ante todo por la facilidad que suelen tener los medios para abalanzarse sobre cualquier protagonista de un acto violento (terroristas, ladrones, etc.).
A la de hora de informar sobre manifestaciones combativas u otros actos de lucha social, los medios de comunicación recurren en la mayoría de las ocasiones al desprecio por los que protestan y al elogio hacia los que vigilan. Para ello, claro está, la manifestación tiene que superar el filtro mediático y ser incluida en el menú informativo, hecho que sólo se da si la marcha registra altercados violentos, si es seguida muy masivamente o si forma parte de un tema de moda (como el Plan Bolonia). En caso de que los medios consideren el acto susceptible de ser publicitado, lo presentarán parcialmente, mostrando la visión oficial sostenida por el poder y menospreciando las voces discordantes.
Aquel 18 de marzo se produjeron los hechos más deleznables y, sin embargo, más difundidos por los medios de comunicación. La mayoría de ellos describieron lo sucedido como una manifestación cualquiera, por ejemplo el diario El País, en su edición digital, titulaba así la noticia referida a estos hechos: "Nuevo enfrentamiento entre policía y 'anti-bolonia'". Los redactores de este periódico parecen olvidar una de las reglas fundamentales del periodismo: resaltar lo más importante, novedoso o impactante. Parece ser que la connivencia con el gobierno socialista (catalán y español) y los notables beneficios que su grupo cosechará con la implantación del EEES son suficientes como para acallar los graves disturbios ocurridos aquella noche, en la que los Mossos apalearon a un niño de 10 años, periodistas y estudiantes.
Otro periódico, este de cuño conservador, lejos de sancionar la violencia de los funcionarios armados, culpa a los manifestantes del alboroto sin hacer mención alguna a las cargas. Se trata de ABC, cuyo titular para la noticia fue: "Los 'antiBolonia' mantienen en el caos a Barcelona". Para redondear su labor de defensa ciega del sistema, el diario monárquico cierra la información dejando claro quienes son los únicos malos de esta película: "hasta en tres ocasiones los estudiantes han obligado a intervenir a la Policía autónoma". Para ABC no hay duda de que los Mossos se vieron obligados a actuar de la forma que lo hicieron, ya que en ningún momento condena su labor.
Los tres informativos de televisión más vistos en España (TVE, Antena 3 y Telecinco) contaron la noticia de forma heterogénea. Mientras que la cadena de Berlusconi se posicionó especialmente crítica con la represión policial, el audiovisual público y Antena 3 se alinearon más cerca de la visión oficial.
En el documento de TVE, emitido en el telediario de La 2 del 19/03, se aprecia una clara contradicción, no sabemos si inducida o por error. En la introducción a la noticia, la periodista informa de la rectificación de la dirección de los Mossos, que admite errores en la intervención policial (Periodista: "La policía autonómica ha asumido toda la responsabilidad por la carga policial y ha dicho que analizará lo sucedido para que no vuelva a aporrearse a nadie indiscriminadamente"), pero segundos más tarde, justo antes de finalizar el vídeo aparece el jefe de la policía autonómica, Rafael Olmos declarando exactamente lo contrario a lo antes promulgado (Olmos: "La actuación de los Mossos ha sido totalmente proporcional y adecuada a la situación"). Ese mismo día, en el informativo de La 1 se muestra la manifestación llevada a cabo durante la jornada en protesta por lo sucedido el día anterior. En la información se recogen primero dos testimonios de estudiantes que condenan tímidamente a la policía y, acto seguido, las declaraciones de Joan Saura, conseller de Interior, y del portavoz del SAT-UGT, sindicato de los Mossos d’Esquadra. Estas dos últimas voces justifican las acciones de los agentes y, sólo Saura admite que “hubo algunos errores, aunque los Mossos actuaron correctamente en la mayoría de los aspectos”. En líneas generales TVE no culpa en ningún momento a las fuerzas del orden como posibles iniciadores de los disturbios, y ni mucho menos realiza un ejercicio de crítica hacia sus cargas.
En la misma corriente se encuentra Antena 3, si bien es más crítico ya que centra más su información en los periodistas heridos, con la consecuente denuncia, bastante tímida, hacia la policía. "La actuación policial, con cargas cuando los manifestantes intentaban acceder a las Ramblas, se ha saldado con varios manifestantes heridos y con algunos fotógrafos también contusionados".
La única cadena de televisión que critica realmente las cargas policiales del 18 de marzo en Barcelona es Telecinco: "Los Mossos d'Esquadra han vuelto a cargar con dureza a los estudiantes que se han manifestado contra el plan Bolonia. Anoche, las protestas se saldaron con 60 personas heridas tras una brutal actuación de la policía autónoma catalana. Con golpes indiscriminados hirieron a estudiantes, transeúntes, periodistas e incluso algún niño". Las palabras “brutal” e “indiscriminados” aparecen aquí por primera y única vez en el espectro televisivo informativo. Telecinco no se deja arrastrar por la complicidad con las Fuerzas de Seguridad y se atreve a criticar abiertamente la labor policial, no sabemos con qué intereses, pero lo cierto es que ejerce oposición al resto de cadenas, que se limitan a presentar el hecho como unos nuevos disturbios provocados por radicales, si bien se ven obligadas a matizarlo debido al gran número de heridos no relacionados con la manifestación.
Uno de los medios de comunicación que se suponen más progresistas, como es La Sexta, es sorprendentemente la que más apoyo brinda a la actuación policial. En referencia a la manifestación y posterior ocupación del rectorado de la UB en noviembre de 2008, cuyo desalojo cinco meses después desencadenó todos los sucesos ya comentados, la cadena de Emilio Aragón critica duramente a los estudiantes por su actitud durante la protesta. "La manifestación se ha convertido en un espectáculo lamentable. Querían invadir las Ramblas pero se han topado con un cordón policial y se han liado a banderazos y empujones con los agentes. Sus protestas han terminado con una carga policial. Otros han llegado a acceder hasta la puerta del rectorado y la han emprendido a golpes". Sin lugar a dudas esta es la información que más claramente se alinea con el poder. Probablemente esto se debe a la complicidad existente entre el Gobierno de Zapatero y La Sexta. Así se demuestra que la afinidad de intereses se pone por delante de la objetividad periodística. Un medio de comunicación alternativo, que no tiene como fin el lucro económico sino la difusión de contrainformación, relataba así este mismo suceso: "Desde Plaza Catalunya los manifestantes han intentado pasar hacia las Ramblas, donde había un cordón de Mossos d'Esquadra. Estos, al verse desbordados por la gran cantidad de gente, han cargado de forma contundente contra los activistas, parando la marcha. Al final de la protesta 4.000 personas han llegado delante del rectorado de la universidad de Barcelona. Luego de desconvocar la manifestación, todos los estudiantes han entrado al edificio histórico, donde se encuentra el rectorado, de la Universidad de Barcelona bajo gritos de "Okupación"". Como vemos, las versiones difieren en cuestiones importantes como quiénes son los iniciadores de la violencia o la cantidad de personas que han participado en la ocupación del rectorado (La Sexta no aporta ninguna cifra, pero al decir “otros” hace ver que eran una minoría, mientras que la información de La Haine, el medio alternativo, habla de 4.000 personas, una cantidad nada despreciable).
Los medios de contrainformación también dieron una versión de los hechos muy diferente a la mayoría de los medios convencionales sobre lo que ocurrió el 18 de marzo de 2009 en Barcelona. Kaosenlared, por ejemplo, describe lo sucedido de manera parecida a Telecinco, hablando de cargas indiscriminadas, si bien describe con más exactitud los enfrentamientos: "La policía autonómica reprimió de forma indiscriminada a estudiantes, periodistas e incluso golpeó a transeúntes, entre ellos un niño de 10 años, cuya familia defendió de los golpes a un grupo de jóvenes. El casco antiguo de la ciudad condal se convirtió durante más de una hora en una batalla campal, con barricadas formadas con las mesas y sillas de los bares desde las que los estudiantes arrojaban piedras y basura a los policías, quienes avanzaban a golpes de porras".
En el medio alternativo La Haine fue publicada el 3 de abril de este año una carta de una estudiante de la UB, Nerea Miralles, que se encontraba dentro del rectorado en el momento del desalojo. En ella se incluyen escalofriantes testimonios sobre el maltrato policial que sufrieron los estudiantes. Nerea describe así su experiencia personal: "Las manos del Mosso que tenía detrás me rodearon el cuello y comenzaron a presionar cada vez mas fuerte; yo gritaba para que mis compañeros se diesen cuenta pero nada conseguí que saliese de mi garganta, y el oxigeno se me acababa, así que me solté y fui arrastrada por los brazos escalera abajo hasta la mitad, donde me dejaron en el rellano. Sentí muchas ganas de vomitar y las arcadas eran continuas tirada en el suelo. (...) Entonces me cogió por los brazos y la camiseta con la infortuna de que ésta se levantó hasta la cabeza y como era pijama me quedé totalmente desnuda de cintura para arriba. En esta situación fui arrastrada durante toda la segunda parte de las escaleras, con aproximadamente 20 mossos dispersados por todas partes presenciando la escena, hasta que me dejaron tirada en el suelo".
Casualmente ningún medio de comunicación de masas ha recogido íntegras declaraciones de las personas que estaban en el lugar y en el momento de los hechos. Simplemente se han dedicado a mostrar los acontecimientos como un enfrentamiento entre vándalos disfrazados de estudiantes y agentes de las fuerzas del orden que, para algunos, se han extralimitado en sus funciones. Se olvida investigar para sacar a la luz lo de verdad ocurrido, obviando explicar los métodos con que la policía trata a los reprimidos.
Con este trabajo comprobamos como los medios que se suponen de ideología socialdemócrata (El País, La Sexta) son los más críticos con el movimiento anti-bolonia y los más permisivos con las acciones de los Mossos. Quizá pueda deberse a su cercanía al partido que actualmente ostenta el poder, al que defienden a toda costa para no perjudicar sus intereses. Sin embargo, olvidan emitir información acorde con lo ocurrido, arrojando opiniones sesgadas por ese enfermizo apoyo al Gobierno. Si bien es cierto que todos los medios de comunicación convencionales están de acuerdo con el sistema de democracia parlamentaria, basado en el Estado de Derecho, cuyos defensores en las calles son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, no deberían perder la objetividad a la hora de explicar lo que pasa.
Jaime,
Junio de 2009